lunes, 22 de julio de 2013

Granjita Siboney: Donde se creció la generación del centenario


Cuenta la historia que aquella casita de color blanco y rojo, ubicada en la carretera de Siboney, llamó la atención de Fidel Castro y Ernesto Tizol cuando ideaban los planes para el asalto al cuartel Moncada en la ciudad de Santiago de Cuba, en abril de 1953.
“Qué, ¡Te parece buena!, exclamó Fidel. Creo que sí, a primera vista…, respondió Tizol. Y así la “Villa Blanca” del comerciante santiaguero Sr. José Vázquez Rojas, dejó de ser casa de recreo para convertirse en el campamento general que albergó a los jóvenes del centenario la noche antes del 26 de Julio.
Hoy, a 60 años de esos sucesos, la “Granjita Siboney” sigue protegiendo y atesorando la memoria de los hechos que enaltecieron el Día de la Rebeldía Nacional.    
Fundado el 23 de julio de 1965 como museo la instalación cuenta con siete salas de exposición que permiten conocer sobre los antecedentes, preparativos, la acción y las consecuencias del asalto al cuartel Moncada, a través de muestras fotográficas, paneles y objetos.
Entre estos se encuentran el fusil M-1 semiautomático de culata plegable, de las pocas armas de potencia que llevaron los revolucionarios a la acción; rifles de tiro deportivo y algunos uniformes manchados de sangre que no presentan impactos de bala, demostrando así los crímenes cometidos con los jóvenes.
Se exhiben también objetos personales de los asaltantes, documentos y llaves de automóviles, así como casquillos y balas de los empleados en las prácticas y el combate respectivamente. Además se expone parte del mobiliario original decorado en blanco y rojo según los colores que predominan en la casa, el pozo seco donde fueron escondidas las armas y los tres gallineros, que fueron realizados con el pretexto de la crianza de gallinas y donde se escondieron los automóviles que trasladaron a los asaltantes hasta el cuartel.
Un nuevo elemento expositivo en este sitio será el automóvil  que utilizaría Abel Santamaría en la ciudad de Santiago de Cuba para los preparativos de la acción, el único que se ha podido recuperar de aquellos hechos y que, en estos momentos, se restaura por los especialistas de CubaTaxis, según dijeron directivos del museo.
Con motivo de la celebración de un aniversario más de la gesta moncadista, la “Granjita Siboney”, fue sometida a una remodelación general de sus áreas y salas.   
Vilma González Vives, técnica en museología de la institución, informó que a principios de julio se comenzó la rehabilitación de la entidad por parte de los trabajadores y estudiantes de la escuela taller Ugo Luisi de la Oficina del Conservador de la Ciudad, así como por otros organismos y entidades del territorio.
“Se reparó la canal y el techo de la casa; las puertas y ventanas fueron remozadas; las paredes descorchadas y se pintó todo el inmueble. También fueron renovados algunos objetos museables como el juego de sala y las camas utilizadas por las heroínas Haydee Santamaría y Melba Hernández, entre otros”, puntualizó González.
En esta tarea de preservación laboraron además una brigada de la Forestal Gran Piedra Baconao, perteneciente a la Agricultura, que acometió la reconstrucción de los gallineros, devastados por el pasó del huracán Sandy, así como el restablecimiento de la cerca perimetral desarrollada por la Empresa Pecuaria Caney.
Comunales también apoyó con la reforestación de las áreas verdes y la construcción de un parquecito, en un lateral del museo, para la realización de actividades culturales, políticas y educativas.
Este museo, que cumplió ayer 48 años de fundado, atesora entre sus reconocimiento la declaración de Monumento Nacional, la réplica del Machete de Máximo Gómez, entregado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias y la Placa José María Heredia, por la Dirección Provincial de Cultura.
  

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